Piscina tubular o de lona

Piscina tubular o de lona

Las piscinas de lona son una magnífica solución para tener un lugar donde poder refrescarse en verano sin tener que desplazarse de casa. Existen diversos tipos de piscinas para instalar en cualquier lugar, pero básicamente los modelos más utilizados son las piscinas inflables y las tubulares de lona.

Todos los fabricantes recomiendan colocar un aislante entre el suelo de la piscina y la superficie donde se la va a colocar. Así pues podemos utilizar láminas de gomaespuma, hule, césped artificial o cualquier otro material que proteja la base de la piscina. Aún así nos podemos encontrar con el problema de haber tenido un pinchazo.

Si nos ocurre con la piscina vacía deberemos localizar el pinchazo y utilizar un parche. Es importante dejar pasar un tiempo para que el parche se adhiera bien y después podremos empezar a llenar la piscina.

El problema viene cuando nos damos cuenta de que la lona tiene una fuga y hemos llenado la piscina.

¿Cómo podemos arreglar el problema?

Masilla multiusos

Masilla multiusos

Vaciar la piscina no se convierte en solución, máxime cuando la capacidad de algunas de ellas son de casi 5000 litros y tener un fuga constante de agua no es tampoco demasiado deseable, ya que de tanto en tanto habrá que rellenarla para compensar las pérdidas, con el consecuente gasto de agua.

La solución pasa por utilizar una masilla de contacto para sellar el poro o agujero siempre que no sea exageradamente grande. Las barritas de masilla multiuso se pueden utilizar incluso en agua. Estas barritas contienen dos componentes que se deben mezclar y utilizar sobre la superficie que queramos reparar antes de los 5 minutos. ¿Por qué incluso debajo del agua? Porque los componentes hacen una reacción química por contacto, sin necesidad de aire.

Cabe decir que es importante que la reparación se haga sobre una superficie bien lisa y que no vaya a estar sometida a movimientos.

Reparación de piscina con massilla

Reparando la piscina tubular

Así que para utilizarla sólo hay que trabajar la masilla como si fuera plastilina y presionar sobre la zona que queramos reparar tal y como si estuviéramos aplicando un chicle.

Con este sencillo truco conseguiremos parar la fuga de agua y reparar nuestra piscina tubular incluso si ya está llena de agua.


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